sábado, 12 de mayo de 2007

Saber no quieras que el saberlo está vedado, el fin que a mi y a ti, Leucónoe, tienen predestinados los dioses, ni interrogues los números babilonios. ¡Cuánto mejor será que nos resignemos a cualquier suerte! Ora sean muchos los inviernos que te reserva Júpiter, ora el postrero sea éste que ahora quebranta el oleaje tirreno contra la opuesta orilla. Manténte serena, filtra tus vinos y a la corta vida ajusta una esperanza larga. Mientras hablamos huye el envidioso tiempo. Agarra el día de hoy, no seas demasiado crédula el día de mañana.

Horacio, Carpe diem

2 comentarios:

Luna dijo...

amor es complacer amor
amor es compacerme
complacerme amando amor
para amando complacerte

=pandora=

hey li,
lejos, qué tan lejos he de estar para extranar, para q me extrañen, q nos extrañemos, para morir en el delirio ausente del recuerdo

te quiero niña ^^ eres grande y gracias"!!!!!!!!!!!!! por todo , gracias por preocuparte te quero

genial tu blog ^^

Sauri dijo...

Siendo sincero jamás había leído un fragmento de Carpe Diem, es confuso pensarán algunos, pero falso, realmente abrirse horizontes no es una falsedad, es simplemente el hecho de creer en las cosas tal y como son y ser capaces de discernir el futuro en nuestras propias manos, nada es posible si no hay una meta por la cual todas las personas creamos en nosotros un objetivo trascendente, al llegar a el se trazan nuevas metas esa es la mentalidad de una persona triunfadora, sé que todos los que lean este pequeño comentario piensan igual que yo y por lo tanto son personas de éxito